En unas líneas me gustaría resumir y compartir con tod@s vosotr@s cómo ha sido mi primera experiencia en la Cooperación Internacional, para la que sólo tengo buenas palabras..
En primer lugar, tengo muy claro que culpa de que haya podido vivir esta experiencia la tiene Dani, que entonces acababa de llegar de Nicaragua y quise experimentar todo lo que contaba. Gracias Dani!!
Tuvimos una reunión en Madrid en el mes de Enero a la que asistí con Fran. Para nada pensábamos que nos llamarían, éramos muchos más participantes que plazas. Pero sólo ir ya merecía la pena, pudimos conocer a Sergi Burrull, compartir la maravillosa experiencia de compañeros anteriores. Por supuesto ahí lo tuvimos claro: si no era este año, sería otro año, pero sería.
No olvidaré la llamada de Sergi tres meses después, preguntándome si seguía en pie mi interés por el programa de Cooperantes, por supuesto no lo dudé. Me dijo: " han leído tu curriculum y le interesas a una fundación llamada MCCH que trabaja en proyetos de Turismo Responsable en Ecuador, en la provincia de Manabí ". A partir de ahí mi estómago comenzó a funcionar más rápido que nunca...
Mails constantes a la fundación desde entonces, con los que puede ir haciéndome una pequeña idea de lo que encontraría. Ligia era la responsable del departamento de Turismo de MCCH, que si algo tengo que agradecer es lo que alcanzó a organizar para mi llegada..
El 12 de Junio partía desde Madrid a Quito pasando por Guayaquil con todo tipo de preparativos (vacunas, ropa de invierno, de verano, guias, medicamentos...) y con el corazón más activo que nunca.
Mi colaboración se centraba en uno de los tres proyectos de Ecoturismo que MCCH gestiona.
La propuesta era la siguiente: MCCH ( es una fundación que trabaja la comercialización solidaria y resposable de productos locales, como el café o el cacao, desde hace unos 25 años, fundada por el padre Graciano de Italia y dirigida por la Hermana Mª Jesús de León) decide ampliar su campo de actuación iniciando proyectos que van en su misma línea, dedicados a la práctica de Turismo Responsable, como eco-aldeas, hechas con materiales de la zona. De esta forma implican a las comunidades locales y consiguen aumentar y diversificar los ingresos.
Mi función era convivir con las familias de la Comunidad de la Laguna de Poza Honda y captar "desde un punto de vista europeo" (eso me hacía bastante gracia, como si sólo el europeo fuese el correcto..) las carencias y lo que podrían mejorar. Por supuesto, es un trabajo duro "capacitar" a unas personas que nacen siendo agricultores y que de repente han de adaptarse al protocolo de la hostelería y el alojamiento, con personas de otras nacionalidades. Mi misión era aportar un granito más a ese análisis. Como me decía Sergi, no podía pretender querer cambiarlo todo de golpe, había que armarse de paciencia. Creo que eso es un sentimiento común a cualquier cooperante. Todos vamos pretendiendo que nuestra ayuda funcione, y al llegar al destino vemos que el tiempo corre a otro ritmo, pero que aún así funciona.
Las familias me recibieron como una más, Rosita la "gringa" me llamaban. Era complicado reunirlos a todos, que expresaran lo que pensaban, que simuláramos situaciones reales que podrían encontrar con sus clientes (tenían un gran miedo escénico!)..pero lo hacíamos.
Cuando menos me esperaba, acabé mi estancia allí, y todos acabamos llorando. Fue muy muy intenso..
Uno de los momentos más emotivos de mi estancia con la "gran familia" fue una visita que hicimos a un centro de acopio (cooperativa de mujeres), en el que gracias a la ayuda de unas ong's se había construído el centro físico y gracias a LA CAIXA, se había instalado la maquinaria para trabajar los cítricos (recepción de frutales, exprimido, laboratio, envasado..). No pararon de agradecer a LA CAIXA la ayuda prestada, transmitieron muy emocionadas toda la ilusión que tenían por ponerse los uniformes y comenzar a trabajar, y yo, más emocionada aún...
Me considero una afortunada por haber visto el destino final de nuestro esfuerzo diario, fue como entender el proceso completo del lema que nos acompaña, os aseguro que la motivación salta disparada, lo recordaré siempre.
A la vuelta y desde aquí, nos ha surgido una inquitud de seguir con el fomento del turismo responsable que hace MCCH, contactando con agencias que potencien este tipo de viajes. Creemos que esa carencia puede verse apoyada desde nuestra zona y seguro que repercutirá positivamente en sus resultados. Al menos, así lo esperamos!
Os adjunto un enlace de algunas fotos con las que he querido transmitiros una imagen de mi estancia allí. Recomiendo a todo el que pueda o quiera que no tarde en participar.
En mi caso, puedo decir que ha sido una de las experiencias más maravillosas de mi vida.
Gracias a La Caixa.
1 comentario:
Aprovechar los que podais, cuando tengais niños pequeños será mas complicado.
Yo hace 3 años no hubiera dudado en inscribirme para intentar ir, ahora con un niño de esa edad es más complicado.
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