Por fin iba a descubrir el lado más amable de nuestro trabajo: iba a ser testigo del fruto del trabajo de todos los que componemos esta entidad.
Iba a ver el alma de la Caixa!!!!!!!
Los días antes de partir te los pasas pensando en cosas como ¿dónde dormiré?, ¿que comeré?¿les servirá para algo mi ayuda?¿me llevo papel higiénico?...
Luego, al llegar a tu destino, intuyes que ya nada va a volver a ser igual.De alguna manera, es como si asomaras la cabeza a otra realidad, más dura quizás, pero más auténtica sin duda.
Mi labor en Rivas consistió en asesorar y colaborar en el proyecto de desarrollo local que la Fundación ETEA (a la que estaré siempre eternamente agradecida por su paciencia y dedicación) está llevando a cabo en Nicaragua. Básicamente el proyecto consisitía en la creación de un concurso de ideas empresariales y el desarrollo e implantación de las mismas en las distintas comunidades nicaraguenses.
Cuando yo llegúe, el concurso ya se había celebrado y el proyecto se encontraba en la etapa de asesoramiento.Eran proyectos sencillos pero no por ello de poca importancia (p.ej la creación de un punto de información turística en el pueblo de Tola).Rápidamente te impregnas de la ilusión de la gente y las ganas que le ponen para salir adelante.
Sé que estos comentarios han sido breves pero os animo a todos para que descubráis por vosotros mismos una experencia que jamás olvidareis.
Con experiencias como estas te das cuenta de la gran labor que hacen la mayoría de las fundaciones y ongs que hay dispersas por todo el mundo y lo gratificante y duro que resulta ese trabajo.
Pronto tendreís disponibles algunas fotos de mi estancia en aquel maravilloso pais.
Un abrazo a todos, y aquí me teneis a vustra entera disposición
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